La vida es corta, rompe las reglas, pensa rápido, besa lento, ama verdaderamente y nunca te arrepientas de nada que te ha hecho sonreír .

sábado, 13 de julio de 2013

Tengo que dejar de leer los policiales del diario

Martín, Julián y Juan, esos eran los tres tripulantes de la Partner blanca desaparecida que se encontró detrás de la pista de motrocross el pasado viernes a las 17.00. Se investiga a una pandilla callejera de los alrededores por posible participación en el robo del rodado y el triple crimen de los jóvenes neuquinos. Se especula que el vehículo totalmente desmantelado fue emboscado por la pandilla en un camino sin salida y allí fue donde se efectuó el atroz acto de los delincuentes locales. Los cuerpos fueron hallados entre los matorrales a metros del sendero, con heridas múltiples en el torso y en la cabeza. 

Dejandome llevar por la imaginación  combinando un poco de ficción con hechos reales

sábado, 11 de agosto de 2012

No es obsesión


Todo empezó un 11 de enero a pocos metros de ese refrescante y cristalino río, que una vez más, superaba las expectativas de los jóvenes y acalorados neuquinos. Se paseaba Santiago muy entretenido por el club Italiano, disfrutando de su acostumbrada charla filosófica sobre la vida con Manuel, cuando la vio por primera vez. Quedó atónito. El joven platense de cabello castaño, suave como la seda, de ojos marrones y agradable apariencia quedo, con sus 174 cm de altura, inmóvil frente a tal hermosura.
Con la frente arrugada y su mirar interrogante, Santiago decidió curiosear a su mejor amigo respecto de la chica que acaba de pasar frente a sus ojos; y para su suerte, Manuel sabía exactamente de quien se trataba.
                                                          
Estos son los primeros dos párrafos de mi novela jaja, acepto criticas y comentarios.
Continuará...

lunes, 25 de junio de 2012

COMO BESAR AL SER AMADO


SE FIJA UNA MIRADA DIRECTA Y PENETRANTE A LOS OJOS DEL SER AMADO QUE SE ENCUENTRA FRENTE A USTED, LENTAMENTE ACERCA SU PRESENCIA HACIA LA PERSONA PREDILECTA Y SUAVEMENTE, CON SU MANO DERECHA, TOMA SU CINTURA Y ESPALDA. CON UNA AMOROSA CARICIA DE LA MANO IZQUIERDA RETIRA EL CABELLO QUE PUEDA HABER EN SU ROSTRO Y AL MISMO TIEMPO QUE LLEVA SUS LABIOS A UN PUNTO DE CONTACTO CON LOS DE SU AMOR CIERRA LENTAMENTE SUS PÁRPADOS. MUEVE SUS LABIOS YA EN CONTACTO DE MANERA QUE SU INFERIOR ROCE CON EL LABIO SUPERIOR DEL SER AMADO Y VICEVERSA. YA, SIN MÁS QUE HACER, SE ENCONTRARA SINTIENDO LA MAGIA DEL AMOR QUE SE OCULTA TRAS LA "SIMPLE" ACCIÓN DE DAR UN BESO.
                                                                          JULIÁN RESSIA

sábado, 23 de junio de 2012

Chamullando con el chamullo

Según el diccionario lunfardo http://es.wikipedia.org/wiki/Lunfardo:
CHAMULLAR
(lunf.) Conversar (YAC.), hablar confidencialmente// *tratar de convencer con palabras a una persona.
CHAMULLO(pop.) Coloquio, conversación// conversación amorosa// cuchicheo, charla en voz baja

"TRATAR DE CONVENCER CON PALABRAS A UNA PERSONA" Está mas que claro, si vos decís que te chamullo es porque estoy tratando de convencerte de algo por medio de mis palabras. Y ahora, la pregunta es ¿De que estoy tratando de convencerte? Y bueno, como seguramente querrás saber la respuesta a esa pregunta te la diré: Quiero convencerte de que soy y puedo ser en algún futuro parte de tu vida, y que me encantaría serlo. Es solo eso, por ahí va la cosa.

Y en el caso de que no estés convencida tengo info extra de un testimonio extraído de yahoo respuestas en español que dice lo siguiente:
"Hola soy de Chile y aquí chamuyo es decir un tipo de mentirilla, que quiero decir con esto, que si empiezo a decir que la etimologia de la palabra viene del griego o latin... bla bla bla, eso es exactamente un chamuyo!!"
Estamos en Argentina, somos argentinos, por favor demosle el significado a la palabra "chamullo" que realmente posee, véase en párrafo 1 y 2.



martes, 17 de abril de 2012

El verdadero pirata, es el que sabe parar cuando encuentra su tesoro.

Espero que escribir me saque el frío de los dedos, que mi cerebro empiece a maquinar un poco y que llegue hacía mi en forma inesperada, la inspiración que necesito. Espero también, que esa "forma inesperada" no sea tan sorpresiva como la descarga eléctrica, o "patada", que me dio un enchufe hoy a las seis de la mañana, linda forma de despertarse, linda forma de empezar el día: Te levantas tempranito, medio zombie  para ir al baño, vas a prender la luz y una patada te deja mas despierto que un pibe esperando su regalo en navidad.. Queridos lectores, así empezó mi hermoso día lunes. 
Si bien una insignificancia de ese grado no debería haberme afectado, quiero contarles, cual es la verdadera causa de mi mal estar. Adolescencia, tan sencillo y a la vez tan complejo como eso. Honestamente, no puedo quejarme de mi vida, si bien es y fue un menjunje con un poco de cada lado: es al fin, y eso es lo importante; un buena familia, buenos padres, relativamente buenos hermanos, educación, una casa, ropa, comida, lo justo y necesario, nada de lujos pero tampoco nada de necesidades. Estuve pensando mucho, gracias a Tomi y a Joy, pensando en que es realmente estúpido estar mal, triste, deprimido, bajoneado y hasta sin ganas de vivir por un simple problema UNO SOLO! Puede parecerte inmenso ese solo problema, te puede parecer que va a terminar con tu vida y que es el fin del universo, pero solo si lo permitís te va a tirar abajo. Todo esta en la mente, el único impedimento para ser felices somos notros mismos. Podes centrarte en ese problema y decaer, o podes aislarlo, quitarlo de tu vista y maravillarte con la infinidad de cosas por las cuales estar feliz, estar agradecido y olvidar los pequeños problemas, es así, yo lo sé, pero también sé que no siempre es tan fácil hacer esto. 
En mi caso, y creo que en el de una gran parte de la juventud, mi problema, mi insignificante preocupación adolescente, es el amor. Me encantaría entrar un poco mas en detalle con respecto a este tema, definir que es para mi el amor, que se supone que sea, y donde lo encontramos, cuando lo sentimos y como lo reconocemos, pero es un tema un tanto extenso que en esta ocasión no tengo el animo de redactar. Por lo tanto, sin más, proseguiré con mi relato.
En 5to grado fuimos novios por un día, yo le corte. El año pasado estuvimos después de tanto tiempo pero las cosas no terminaron nada bien. Imagínense como habrán terminado que ni siquiera me invito a su cumpleaños de 15, y en el caso de que no puedan imaginarlo les voy a contar mas o menos como fue la cosa: Le rogué y la convencí de que posta quería estar con ella, me dijo que si, estuvimos en onda algunas semanas y yo era feliz (le escribí que la amaba en un paredón con aerosol) pero en realidad nunca confió en mi, jamas se convenció de que realmente no era un pirata, y bueno, después de un mal entendido por culpa mía, supuestamente, con una amiga que tenemos en común se fue todo al pasto, yo me puse triste por su actitud de alejarse y confiar en otros en ves de venir a preguntarme como habían sido las cosas y también me enoje un poco así que como el mejor de los pelotudos la volví a dejar.. En realidad lo de la primaria no cuenta, porque no me acuerdo, y eramos unos pibitos jaja, así que podría decirse que fue la primera vez. 
Seguramente escucharon decir que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, ¿no? . Bueno, es totalmente cierto. No se imaginan cuanto me gusta. Su hermoso, largo y pelirrojo cabello, sus ojos negros, penetrantes y directos, su sonrisa, las pocas veces que me sonríe y sus abrazos me vuelven loco, pero si hay algo que realmente disfruto mas que un McFlurry Cadbury son sus besos. Lo único que quiero es amarla y que me quiera como yo la quiero a ella. 
Antes era la misma primaria y el mismo grado, después fue la misma secundaria, diferente curso y ahora devuelta reunidos como en los viejos tiempos, en el mismo salón. Verla todos los días y saber que alguna vez fue mía, sentir esa impotencia y enojarme conmigo mismo por ser el único culpable de haber perdido su amor, ese, ese es mi problema. Que me gusta demasiado y no puedo dejarla ir, no puedo porque ya la encontré, ella es mi tesoro y lo único por lo que lucho es por una oportunidad más, por cada día demostrarle mi amor y cuanto la quiero y la valoro, que de los errores se aprende y que no me las voy a volver a mandar. Me muero por estar con ella y espero que algún día crea en mis palabras, confié en mi, y se de cuenta que la fama no hace a las personas, al menos no en mi caso. Espero que estés leyendo esto, y si es así sabe que te amo y que no voy a parar hasta tener tu amor.
En fin, todos tenemos problemas, a veces mas y a veces menos. La cuestión esta en olvidar esas complicaciones y pensar en positivo. Recuerden que hay miles de cosas por las que estar feliz y no dejen que algunos problemas depriman su vida. El único impedimento para ser felices son ustedes mismos. Nunca se den por vencido, y persigan sus sueños y tesoros por mas difícil que esto sea. Persevera y triunfaras. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Los pájaros mudos.


Con dieciséis años recién cumplidos, el Físico desmentía dos cosas: su edad y su apodo. Tenía la cara de un pibe de trece y cuando le dijeron en el Centro de Estudiantes que tenía que elegir un alias porque en 1975 en Buenos Aires no era saludable andar por allí con su nombre verdadero, él se miró al espejo, tragó aire para inflar el pecho, dobló hacia arriba los brazos con su máximo esfuerzo para hacer nacer dos globitos de morondanga y dijo:- Con este cuerpo privilegiado sólo pueden llamarme de una manera, el (y remarcó el artículo) Físico. Así que olvídense de Gastón Albiolea. Desde hoy, además de presidente del Centro de Estudiantes de esta escuela de cuarta soy.... ¡el Físico!Todos se rieron y dijeron que además no estaba mal. Serviría para despistar a los grupos que insistían en correrlos a cadenazos gritándoles de todo pero sobre todo zurdos, mala -por no decir terrible- palabra en esos días. ¿A quién se le ocurriría identificar al número uno del Centro, el desde entonces temible Físico, con ese alfeñique que no llegaba a los 60 kilos y que encima usaba anteojos porque si no, no reconocía a su madre a dos metros?.Todos se rieron y dijeron que además no estaba mal. Todos, hasta Lucía Nievas, que aprovechó para pensar que si se le sacaban los anteojos y se le desordenaba un poco el pelo, el Físico podía ser bastante pasable.El año pasó rápido. Cuarto se pasa siempre rápido. Tal vez eso de ser la víspera del último de secundaria le dé un aire de listo se acabó ya terminamos. Quién sabe. Pero pasa rápido. Cuando uno se quiere acordar ya empezó noviembre y quien dice noviembre dice verano. Las materias no fueron un problema para el Físico. Dos a examen que fueron aprobadas en diciembre: matemática y literatura española. Nada serio. Lucía ni eso. Su pequeño cuerpo de cientocincuenta y cinco centímetros deliciosamente distribuidos en un exterior de bailarina de cajita de música albergaban el conocimiento desde siempre. Los saberes eran naturales en ella como las bromas en el Físico. No. Las materias no fueron un problema para ninguno de los dos.El Centro de Estudiantes fue algo más complicado. Las cosas se fueron poniendo cada vez más difíciles y ya cerca de fin de año cualquier actividad era francamente peligrosa. Una noche, bordeando mediados de noviembre, se juntaron en el aula exterior que les habían dado en la escuela para que funcionaran. No faltó ningún delegado de ningún curso. De a uno fueron llegando el Tano, Bocón, Chelo, Gabi, Pili, Lucía (que se negó sistemáticamente a ponerse un apodo alegando que eso era para los chorros y que ellos no le robaban nada a nadie), Alemán, Quijote y Sancho (nombres perfectamente elegidos. Estaban siempre juntos y uno era alto y flaco y el otro era gordo y petiso) y el Che. Al final llegó el Físico y empezó la reunión.Afuera hacía un calor que empezaba a ser pegajoso pese a que la noche se había instalado con autoridad. El Che, vicepresidente del Centro, abrió la charla:- Esto se volvió bastante fulero. Los grupos de choque de la derecha ya nos dieron varias palizas y nosotros nos estamos quedando casi sin respuestas. A los chicos el trabajo en el Centro cada vez les da más miedo y la verdad que a nuestros viejos también. Para venir aquí yo tuve que mentir en mi casa y decir que iba a una fiesta en lo del Alemán, que no tiene teléfono y no pueden averiguar si es verdad o no. Y encima...No pudo seguir hablando. Las luces del aula hicieron un leve parpadeo y la claridad se fue para siempre. La mano de Lucía buscó la mano del Físico en las tinieblas y allí él supo que sabía y que ella sabía que él sabía. Pero todo lo que pasó por su mente en ese instante iba a tener que esperar. Después se hablarían. Después, si había tiempo. Cuando vieron a las cinco figuras en sombras que avanzaban por el patio y vieron las siluetas de los palos que cargaban, el Físico no dudó y ordenó salir corriendo por la puerta que daba al campo de deportes. Primero las chicas, después los muchachos, el Físico al final. Mientras corría para dejar atrás los palos y el miedo, él pensó que esa noche ya no la vería a Lucía y que entonces las palabras que había imaginado cuando se quedaron sin luz iban a tener que esperar mejor oportunidad para salir al aire. Pero se equivocaba. Cuando llegó a la calle de las vías la vio recortada contra la luz de la luna y se dijo que esperar un corno, esperar un pepino y que además hablar para qué si lo que él menos quería en ese segundo cuando llegó junto a ella y la miró largo largo a los ojos era hablar y así, sin decir agua va ni agua viene le estampó un beso como para hacerle doler. 

Y ella, cuando pudo separarse y respirar un poco hizo al fin lo que tantas veces había querido hacer: le sacó los anteojos y le desordenó un poco el pelo. Y después pensó que tampoco quería hablar, que ya estaba todo claro como esa luna enorme que los iluminaba y que dos pibes tan flaquitos y petisos como ellos bien podían edificar un un amor que tuviera muy poco de flaquito y petiso y quien sabe si tanto de pibe. 

Se sabe. Bah, la historia lo sabe. El año no empezó bien. El 24 de marzo fue el Golpe y Lucía y el Físico tuvieron que acostumbrarse a oir hablar de los plazos del gobierno, de la guerra que vivía el país, de la salvación que llegaría más temprano que tarde. Y sobre todo tuvieron que acostumbrarse a no trabajar más en el Centro de Estudiantes, que la escuela cerró antes de empezar las clases. Lucía y el Físico se dedicaron entonces a prestarse atención a ellos, a construir su historia llena de asombros y descubrimientos, de estupores y dudas. Pero un día supieron que la realidad empezaba a cercarlos y no encontraron la manera de salir corriendo por la puerta que daba al campo de deportes. Sucede. La realidad suele ser más certera que cinco grandotes armados con palos. Pasó así. O sea, pasó que una tarde el Che no llegó a gimnasia. 

- Te digo que lo conozco bien, Lucía -decía Gastón, ya recuperado su viejo nombre- y él no se perdería jamás una clase de gimnasia si el profe había prometido un partido. Hoy a la mañana andaba bien, así que enfermo no está. No sé, amor, tengo miedo.- Bueno, no nos apuremos, que puede estar en cualquier lado. Vos sabés cómo es. En una de esas se fue con Alejandra a vagar por allí.- Porque sé cómo es me preocupo. Ni Alejandra puede hacer que el Che se pierda un partido. Ojalá que haya pasado lo que decís pero yo siento como algo feo aquí en el estómago.Lucía no tenía razón. El Físico sí. Dos días después el Ché seguía sin aparecer y ellos empezaban a vivir otra vida. Aunque todavía no lo sabían. 

La clase de gimnasia que se había perdido el Che había sido un lunes, el primer lunes de un abril todavía cálido, todavía más fin de verano que comienzo de otoño. El jueves, Lucía y Gastón caminaban tomados de la mano por una calle cercana a la escuela. La hora de la siesta, los camiones llenos de soldados que pasaban a cada rato y el temor habían dejado a la tarde casi sin habitantes. La primera en darse cuenta de que algo no andaba bien fue Lucía. Miró para arriba y no vio ningún pájaro cantando sobre los árboles, ninguna paloma volando cerca de los tejados. 

- Gastón, se callaron los pájaros.- Pero estás vos, amor, que sos más hermosa que todas las aves del mundo, que las gaviotas de todos los océanos, que los papagayos más coloridos de todas las selvas, que las mariposas...- Tonto ...le gritó ella riéndose mientras le tiraba un carterazo suave a la cabeza. Pero esta vez Lucía tenía razón. Lucía y los pájaros. Porque así, jugando a golpearse, a olvidarse del mundo de afuera, a descansar por un segundo del dolor que sentían por la ausencia del Che, no se dieron cuenta del auto grande, blanco, estacionado en la vereda de enfrente, con tres hombres adentro y que arrancó despacito, sin hacer ruido, en cuanto ellos pasaron. 

La luz se reducía a una lamparita mortecina colgando lejana de un techo negro de hollín. Cuando el Físico pudo abrir los ojos notó que le dolía todo el cuerpo y que tenía una mancha de sangre seca justo encima de su ceja izquierda. Se sentó en el pedazo de suelo que le habían reservado, lleno de sobresalto y buscó a Lucía entre los bultos más cercanos que dormían acurrucados sobre sí mismos. Pero allí no había chicas. Recordó entonces que no podía asegurar que los hubieran llevado juntos. Eso lo tranquilizó. Tal vez lo habían traído sólo a él. Una bota parada delante de su línea de visión lo volvió al galpón semioscuro. 

- Vos, vení -dijo la bota. El fue.Lo llevaron por un pasillo todo sucio que parecía interminable hasta algo parecido a una oficina y allí, detrás de algo parecido a un escritorio estaba alguien parecido a un jefe. Dijo que se llamaba simplemente “el Capitán” y que así debería nombrarlo cada vez que se dirigiera a él.- Pero no, lamento decepcionarte, pero no soy el jefe. Apenas soy el que te va a mandar a....Por ahora a eso. A mandar. Después vamos a ver a dónde te puedo mandar. ¿Así que vos sos el famoso Físico? Gracioso el nombre que te buscaste.- Señor -empezó a decir Gastón...- Capitán -lo corrigió el hombre.- Bueno, Capitán. Yo no creo que sea famoso. Creo que están equivocados.- No, pibito. Que algo te quede claro desde ahora. Nosotros no nos equivocamos nunca. Vos son el Físico, alias Gastón Albiolea, presidente del Centro de Estudiantes de una escuela que vos mismo definías como de cuarta y que desde hace unos meses sale con Lucía Nievas. Como ves, no estamos equivocados. Ahora andá, volvé a tu pabellón que ya nos vamos a volver a ver. Ah, a partir de ahora sos 179. Cada vez que oigas este número vas a tener que pararte y hacer lo que se te ordene. Olvidate de Gastón, de Físico y de la mar en coche. Lo único que tenés que recordar es ese número, 179. Llévenlo.Gastón se pudo parar sin que lo agarraran, se acercó a la puerta pero antes de irse quiso sacarse una duda. 

- Se...eh...Capitán...- ¿Qué pasa, 179?- Lucía...estaba conmigo...- Sí. También está aquí. En otra parte. 

Recién pudo verla dos semanas más tarde. Las excesivas demostraciones de afecto estaban prohibidas en aquel lugar pero no les importó. Se abrazaron como locos y rodeados por los demás prisioneros para ocultarlos a miradas ajenas se besaron como para que la eternidad se pusiera celosa. También a ella la habían golpeado desde el día aquel de los pájaros pero su cuerpito de cientocincuenta y cinco centímetros había demostrado ser más enérgico de lo que ella pensaba. Ahora hacía varios días que nadie la tocaba. Habían llegado nuevas prisioneras que requerían toda la atención y además Lucía no era demasiado importante.- Me preguntaban todo el tiempo por vos, amor. Por vos y por el Centro.A partir de ese pudieron verse casi todos los días. Empezaron a aprender los códigos de la telaraña. Y supieron que sesión era tortura, que visita era llegada de nuevos prisioneros y sobre todo que traslado era el final, o sea la palabra más temida. Pero también descubrieron que podían engañar a la telaraña y robarse segundos para ellos. En esos momentos sólo se miraban como queriendo entrar por los ojos del otro y dejaban que las manos recorrieran el cuerpo amado sin censura. En esos días sin mañana decidieron fabricarse un porvenir privado, que no tuviera nada que ver con los presagios que venían de la oscuridad que los rodeaba. 

- Vamos a tener dos hijos. No, tres -decía él.- Y vamos a estudiar las carreras que más nos gustan: vos veterinaria y yo bioquímica -decía ella.- Y vamos a mirarnos así como ahora pero en una casa que va a estar junto al río- decía él.- Y la casa va a tener un árbol enorme que le dé sombra a todo el jardín, que va a tener el pasto cortadito y una hamaca paraguaya -decía ella.Así se pasaban horas, creando todas las variantes posibles del futuro que se regalarían en cuanto volvieran a la calle de los pájaros callados.-Que de paso ya no van a estar nunca más sin cantar decía ella. 

Pasó el tiempo. 

Y un día fue 29 de junio. Un día como ese, pero hacía 16 años, Lucía Nievas había llegado al mundo. Era su cumpleaños.Todo el día anterior estuvo Físico rompiéndose la cabeza, buscando un regalo que le revelara a ella todo lo que se le revelaba a él cada vez que tenían sus fiestas de miradas. Cerca de la medianoche tuvo una iluminación. Tomó una hoja blanca, grande, que había encontrado unos días antes y fue pidiendo por todo el galpón, susurrando para que no lo descubrieran, lápices de colores. Después se puso a trabajar. Terminó cuando empezaba la madrugada, hizo un rollo con su obra y lo escondió entre las mantas que le servían de colchón.A la mañana del 29 el lugar se llenó de revuelo, miedo y presentimientos. Por primera vez desde que estaban allí reunieron a todos los hombres y mujeres, los chicos y chica que repletaban los galpones. 

Lucía no podía decirle a nadie que era su cumpleaños y sobre todo no podía decirle a Físico que si a la tarde pudieran estar diez minutos solos, ella sería casi feliz. Estaban en el mismo patio cerrado pero muy lejos uno del otro. El Capitán se paró en un extremo con un micrófono y dijo lo que nadie quería escuchar. Lo dijo corto, seco. Lo dijo sin retorno.- Lo que sean nombrados preparen sus cosas. Van a tener un traslado. 

Y empezó la lista: 26, 37, 141, 145, 146, 147, 164, 172, 179... Físico sintió que las piernas se le caían, que le nacían unas enormes ganas de vomitar y empezó a llorar sin ruido. Pero apoyándose en un tipo grande que lo sostuvo logró seguir de pie, sobre todo cuando se saltearon el número de ella. Se dijo que al menos Lucía volvería a oir sus pájaros cuando dejaran de ser mudos y se dijo que antes de ir hacia la fila de los trasladados tenía algo que hacer. Aunque estaba prohibido, cruzó todo el patio y se instaló delante de las lágrimas de ella, que eran también su homenaje, su despedida más amada, su adiós de los ojos, el rincón de ella que mejor lo iluminaba. Y Físico, alias Gastón Albiolea, le dijo a Lucía Nievas, su niña mujer, antes que los guardias que corrían hacia ellos pudieran impedirlo.- Haceme dos favores:.... 

La primera patada lo tiró al piso... 

-...viví... 

... la siguiente le dobló el estómago a Físico, el presidente del Centro, pero desde el suelo sucio pudo mirarla por última vez a los ojos y decirle el segundo favor que necesitaba que ella le hiciera... 

- ....y fijate en mi colchón. 

Lucía no paró de mirarlo mientras lo llevaban, sintiendo que adentro se le quemaba la garganta, el estómago, las piernas. Comprendió que en esa mañana de su cumpleaños toda ella se había convertido en una gran herida interminable. 

Después dieron la orden para que todos volvieran a sus lugares, a sus mantas tiradas, al escaso territorio que les correspondía en la telaraña. Pero antes de ir a su pabellón, Lucía se escabulló hasta el lugar donde Físico dormía. Y pudo encontrar a través de ese agua persistente que no dejaba de nacerle de sus ojos, un rollo de papel que escondió entre sus ropas para irse hasta su pequeño lugar en el mundo. Esa noche, con sus pupilas más necesitadas de él que nunca, más exigentes de la mirada de Gastón, desenrrolló la hoja blanca y grande que Físico había encontrado. Era una especie de cuadro, con una dedicatoria. Arriba decía : para los ojos, que ven por mí, feliz cumpleaños, Físico. 

Y abajo estaba el dibujo de un árbol enorme, que llenaba de sombra a todo un jardín con pasto cortado y una hamaca paraguaya y en las ramas más altas del árbol varios pájaros que estaban unidos con líneas a una inscripción, sólo tres palabras, sólo trece letras garabateadas con lápiz negro: ESTOS SÍ CANTAN.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Bob Marley dijo:

"Puedes no ser su primero, su ultimo o su único. Ella amo antes y puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora, Que otra cosa importa? Ella no es perfecta, tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper, su corazón.. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti.. "